La elección no fue nada fácil. Escoger tres representantes de entre grandes mujeres valientes que no le tuvieron miedo a las dificultades que enfrentarían y aún siguen enfrentando. Sin embargo, escogimos a tres mujeres que nos han encantado con sus entripadas corridas o nos han dejado algo como lección y por eso las admiramos.

Podríamos hablar muchísimo de cada una de ellas, pero tratamos de poner sus hitos más importantes. Sabemos que dejaremos historias fuera, pero tratamos de darles una visión general de cada una de ellas.

Ellas se montan en sus motocicletas no solo para ganar sino también para romper barreras, porque el mundo del motociclismo todavía sigue siendo un mundo líderado por hombres. 

Ana sintió por primera vez la velocidad en dos ruedas a la temprana edad de los 3 años y como es evidente, se enamoró de la motos en seguida. Su amor fue tal, que de pequeña dormía con su moto dentro de la habitación. Influenciada por su padre, mecánico de motociclistas profesionales y piloto, Ana comenzó su carrera deportiva en la modalidad de minimotos. Con el tiempo fue escalando a motos de 70, 80 y 125cc. A los 14 años hizo su debut en el Campeonato de España de Velocidad, siendo la primera mujer en puntear en el CEV. En 2013 Ana se monta en las grandes ligas y con tan solo 16 años debuta en el Campeonato del Mundo de Moto3 convirtiéndose en la mujer más joven en competir en una prueba de este campeonato y la primera mujer española en sumar puntos en el Mundial.

En 2017 decide cambiar al Campeonato Mundial de Superbike en la categoría Supersport300 con el equipo ETG Racing montada en una Kawasaki Ninja. Este mismo año de nuevo hace historia, al ser la primera mujer en ganar una prueba en Superbike, en la pista de Portimao.

Siempre compitiendo contra chicos, porque en los campeonatos de velocidad, a diferencia del trial, enduro o motocross, no hay categoría para mujeres, se abrió paso en este mundo de hombres. 

En el año 2018 vuelve a repetir la hazaña, pero esta vez para convertirse en la primera mujer campeona del mundo de motociclismo en la categoría Supersport300. El director de su equipo, David Salom, declaro: “Si en Moto3 le hubieran dado una moto en condiciones para luchar podría haberlo hecho perfectamente”. Para Salom no había diferencia entre un piloto mujer y hombre, ella era una piloto más.

En la temporada de 2020, en la 4ta posición de la tabla general, Ana sufre un terrible accidente en el que se fractura la columna vertebral. Cuenta que: “Lo primero que se me pasó por la cabeza tras el accidente fue si podría correr en Barcelona, quedaba una semana. Conforme me iban dando información me fui dando cuenta de que no iba a poder correr esa ni ninguna otra carrera”.

Evidentemente Ana perdió el resto de la temporada. Sin embargo, después de dos operaciones pudo regresar para la temporada 2021 y 10 meses después de su accidente, ganó la segunda prueba del Campeonato.

Este año estará de regreso en la Moto 3 con el equipo BOE SKX. Una nueva etapa está por escribir la Murciana que ya se ha ganado un buen lugar como leyenda como una de las mayores representantes del motociclismo de alta velocidad.

Como te imaginarás no había muchas competencias de chicas en los 90s, así que tuvo que competir con los chicos. Por supuesto que esto tampoco la desanimó, ni mucho menos la intimidó. Su primera victoria llegó en 1997 en la categoría masculina, con una moto de 80 cc. En esa misma temporada participó por primera vez en un trial femenino, donde compitió con unas 50 chicas procedentes de todo el mundo.

Con el tiempo el trial femenino fue creciendo y en 1998 se organizó el primer campeonato de Europa, que no era oficial, del cual Laia fue la vencedora con tan solo 13 años.

En el año 2000 gana la victoria que más satisfacción le ha dado, según la piloto española. Se trata del nacional en la categoria de cadete masculino. Claro que para entonces a Laia no la consideraban un rival, porque era la única chica compitiendo en categorías pensadas y destinadas para los chicos (sí, en pleno cambio de milenio). Este fue el principio de una carrera deportiva excepcional que la llevaría a disputar el mundial y el europeo femenino, donde fue campeona y subcampeona, respectivamente.

Y pues de ahí, p’al real, como dicen en mi pueblo. Desde entonces Laia se ha dedicado a coleccionar, títulos, medallas y trofeos

En 2011 hace realidad su sueño y participa en el Rally Dakar en la categoría de motos ganando Trofeo Femenino y acabando en la 39ª en la tabla general. Del 2011 al 2021 participó en el Dakar, ganando el Trofeo Femenino cada año. Pero el 2015 fue un gran año, terminando en el top 10 en casi todas las etapas y terminando 9ª en la general. El mejor puesto que una mujer ha alcanzado en esta prueba extrema.

Y parece que todos los vientos corrían a su favor ese año, cuando ganó su título nº 17 en el mundial de enduro, se colgó su cuarta Medalla de oro en los X Games de Enduro X.

Fue este mismo año cuando comenzó hacer algunas incursiones en carros, como el Barcelona RX del Circuit de Barcelona-Catalunya, la SEAT Eurocup, los 500 Kilómetros de Alcañiz o las 24 Horas de Barcelona de Automovilismo.

Y retomando su incursiones en carro, este año hizo su debut en el Dakar, pero esta vez en carros. Por su puesto que lo terminó, completando asi 12º Rally Dakar. Terminó en la posición 23ª en la clasificación final, siendo la primera mujer y la mejor debutante de la edición 2022, contando coches y buggies ligeros.

Entre la colección de triunfos de Laia están entre los más importantes:

Sin lugar a dudas Laia es una reina no solo del desierto. Esta guerrera bien nos ha enseñado su lema, “Quien tiene voluntad tiene la fuerza”.

Considerada la mejor piloto de trial de los Estados Unidos obtuvo el patrocinio de fábrica de Yamaha. Fue por entonces cuando empezó a llamar la atención de la prensa, no solo por sus competiciones de trial, sino también por las demostraciones de motos que realizaba antes de que comenzaran los eventos principales en eventos del Camel Pro Series y carreras de Supercross. Debbie ponía su cabeza en el asiento de su motocicleta mientras estaba en equilibrio, después hacia varios wheelies por todo el estadio, con alrededor de 42,000 personas viéndola cada show ganaba ovación de pie del publico cada vez que lo hacía.

A finales de los 70s no existían muchas oportunidad para que las mujeres fueran dobles de acción en la películas, en realidad no había muchas mujeres en papeles de acción. 

Debbie llego justo cuando esto comenzó a cambiar. En 1978 la llamaron para pedirle que participara en la filmación de la película Deathsport para realizar un salto de un barranco de 30 pies en una Yamaha DT400. Este fue su primer trabajo como doble de acción que se prolongaría durante las siguientes décadas, valiéndole sin fin de elogios, premios y fama.

Ese mismo año ganó el segundo lugar en la Competencia de Dobles de la CBS como la única competidora femenina y ganó el primer lugar en la carrera de autos, superando a todos los mejores conductores de acrobacias masculinos.

Ha ganado 7 premios Taurus World Stunts, uno de los reconocimientos más importantes en la industria. También ha sido incluida en el Salón de la Fama de los Motociclistas Estadounidenses (AMA), el Salón de la Fama de los Dobles de Hollywood, junto con muchos otros premios y nominaciones.

El mundo del dobles de acción es un mundo no solo para personas con habilidad si no para valientes para hacerlo al extremo, al cual Debbie Evan es la Reina sin lugar a duda. Ella es la prueba viviente de que no hay límites para quien tienen el deseo de simplemente, hacerlo.

Ellas, junto a otras aparecen en los registros de la FIM y la AMA, entre otras organizaciones nos solo de motos llenos de nombres de hombres. Y lo hacen con una connotación especial, porque no solo fueron las mejores en su categoría, sino que, además, se impusieron en un mundo que dirigen y dominan los hombres.

En un mundo de hombres, ellas no solo montan sus motocicletas para ganar sino para romper barreras también.

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Y recuerda, ¡rueda seguro y nos leemos en el siguiente post!